Desde la aureola de San Juan bendito
emergió una colorida refracción entre los nimbos,
matices que revelaron el brillo de un sol escondido,
cuando las luces le dieron un abrazo al espeso rocío.
Muchos se emocionaron por el espectáculo gratuito
que la madre naturaleza ofreció a todo el pueblito,
y rodaron por Facebook e Instagram varias foticos
que inmortalizaron la composición de tonos cristalinos.
Los Morros y yo no lo vimos,
estábamos arropados y dormidos.
30 de septiembre, 2022