jueves, 23 de julio de 2015

Besos voraces


Dame ahora tu boca: me la quiero comer.
Jaime Sabines


Besarme es jugar a la ruleta rusa,
sorpresivamente te puede tocar la bala
de mi voracidad,
y de una mordida hacerte sangrar. 

Besarte con animal desenfreno
y saborear el dolor que llevas dentro,
fusionar deseos, morder los miedos,
darle un poco de placer a los quebrantos. 

Besarnos y subyugar los sentidos
que oscilan por la simetría de la confianza;
besarnos y darnos aliento mutuamente,
desajustar nuestras kinestesias
hasta marearnos;
lenguas privadas de palabras,
artífices de cascadas envenenadas,
hurgando y fluyendo lascivamente,
robándonos el aire. 

Ferocidad explayada,
salivas que alivian,
que nos salvan de sentirnos nada,
que a la soledad espantan;
roce de los dientes,
filos que nos prenden;
paladares lubricados,
voraz frenesí de nuestros labios. 

Llegar a ese sublime letargo,
casi orgasmo,
duele, pero no dejes de morderme;
ahora cierra los ojos y siente mis dientes.

Labios rotos en concupiscencia oral,
lenguas saboreando la sangre tibia y metálica;
pasión en dolor y placer combinados.

Te beso, me besas:
nos devoramos. 

Besos voraces,
besos empecinados 
en ceder a estas ganas.

Besos voraces,
besos empecinados 
en encender nuestras almas.

Aly Davis Pérez
23 de julio, 2015

martes, 14 de julio de 2015

Lenguaje de melancolía nocturna


Sentado en la cornisa de mis silencios
siento que la noche abre sus fauces
gradualmente devora mi nimiedad mundana

despojado de mí mismo
voy recorriendo los senderos
de las reminiscencias
de lamentaciones secas
de amores perdidos
entre sombras que acechan

no existe presente
mientras estoy ausente
                             —de mí—
mucho menos existe futuro
solo queda cobijarme con el pasado
bendición y maldición
perpetran en este existir
—eventualmente—
                    reniego de imágenes poéticas
                    pero admito que me sirvo de ellas
                                                  —para sobrevivir—

los árboles callan
las paredes callan
el mutismo de la noche es íntegro
solo mi alma clama
ahogada en el piélago de la desesperanza

no estás
           —pero no me preocupo—
tampoco estoy
tengo episodios esporádicos de imperturbabilidad
en medio del silencio de la noche

—de pronto—
                     gorjea un grillo
                     cruje una rama
la noche empieza a hablar
el lenguaje de la melancolía
que me abofetea
y me hace consciente de esta soledad

florecen los sonidos nocturnales
haciendo eco en mi propia vacuidad
pero ya no quiero sentir ni pensar

—mansamente—
             se agita el caos
                                  caos agitado
                                           melancolías despeinadas

pasos de un gato 
que se acercan o se alejan
                         —no sé—
se confunden con las ausencias
que me rodean
en esta noche de soledad.


Aly Davis Pérez
14 de julio, 2015
Imagen recuperada el 14/07/15, de: https://www.pxfuel.com/es/free-photo-joluq