lunes, 9 de febrero de 2015

Um beijo de Lua com sabor a Brasil


Mujer Luna, 
hija de Curitiba,
hermana del guacamayo,
del pino Paraná y del zorzal colorado;
fulgura mágica y vuela
desde el primer alba suramericano
hasta el último ocaso. 

En tus verdes pestañas 
y párpados cerrados,
llevas los colores de la Auriverde
y la exuberancia de la Amazonia;
ojos que un sueño romántico
están atesorando. 

Sufres,
embelesada por una voz seductora,
iridiscencia de un halo
que te hace delirar.
Crees que es tuyo,
pero tu boca jamás ha besado;
¡anaconda ilusión
que a tu corazón está estrujando! 

¿Tu boca jamás ha besado?
Se pierde un beso de Luna con sabor a Brasil,
tan gustoso como la feijoada,
el pato no tucupi con jambu,
y el ímpetu de las cataratas del Iguazú. 

Un beso de Luna con sabor a Brasil
es fragante como el café y el cacao,
esa prístina poesía;
tiene la vitalidad de la capoeira;
sorbo de caipiriña sensual,
dulzor exótico de frutas frescas. 

Amiga Luna, 
aléjate y ve al fastuoso Pan de Azúcar
y grita y llora muy fuerte.
Pasea por las laderas montañosas de Río,
disfruta los soles sonrientes
del Ipê Amarelo en primavera,
no apagues tu luz intentado mirar
hacia lejanas fronteras. 

A los imponentes treinta y ocho metros cristianos,
erigidos en la cúspide del cerro Corcovado,
pide que sosieguen las fantasías de tu corazón
para que no sea lastimado. 

Juega con los niños de las favelas,
llevan el fútbol en la sangre;
no tienen todo lo que desean,
sus estómagos rugen de hambre,
copa de la F.I.F.A. no reciben,
pero entre goles ríen y no decaen. 

En la Passarela Professor Darcy Ribeiro
todos danzan y se sienten plenos,
sus cuerpos vibran con el carnaval carioca.
Luna, sé una extrovertida garota:
únete a una comparsa,
sube a una carroza,
siente el ritmo de la samba,
¡baila como loca! 

Visita las aguas de Copacabana,
mirador del azul Atlántico,
esa princesita del mar,
media Luna glamorosa;
báñate con el legado musical de Tom Jobim
en el oleaje suave del bossa nova. 

Celebra el año nuevo en Salvador de Bahía
viste de blanco candomblé
y arroja las ofrendas a Iemanjá,
ella cuidará que tu amor propio
no naufrague en el mar. 

Aléjate del bullicio paulistano
que en tu pecho se ha instalado.
Perfúmate con orquídeas,
refúgiate en la flora del Pico de la Neblina,
algún enamorado deseará tus besos de Luna,
pintándote con su cortejo miles de sonrisas. 

La tristeza que deja una ilusión
sobrevivirá entre tus fases:
serás cuarto menguante, Luna nueva,
cuarto creciente y volverás a ser Luna llena. 

Sé paciente, te encenderás, te apagarás,
mas no morirá la fuerza lumínica,
tropical y multicultural que hay en ti,
pues tu alma de Luna
es resplandecientemente bella,
bella y grande como Brasil. 

Aly Davis Pérez
9 de febrero, 2015
Imagen: «Superluna tras el Cristo del Corcovado de Río de Janeiro, Brasil» de Víctor R. Caivano (2012). Recuperada el 09/02/15,  de: http://fotosmundo.net/super-luna/

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