DE REPENTE
ME CONVERTÍ EN SISMO
A VECES LOS SILENCIOS NO ME CONTIENEN
VIOLENTAMENTE ME HAGO GRITOS
CREPITÓ MI GARGANTA
ME ASALTÓ UN FUEGO COLÉRICO
NO SUPE LO QUE DIJE
ENTRE TANTA IRA
ME DESCONOCÍ YO MISMO
EN ESA OFUSCACIÓN
HIRVIENDO EN MIS VENAS
POR LAS GRIETAS DEL SILENCIO
ESCAPARON EL AUTOCONTROL
LA PRUDENCIA
Y TODO AQUELLO
QUE SUELO REPRIMIR
VOMITÉ MALESTARES INSONDABLES
QUE ROMPIERON LOS AMARRES
DEMONIOS LIBERADOS DE LA CÁRCEL
SE ESPARCIERON LOS GRITOS
DEJANDO UNA NEBULOSA TÓXICA
DE DESCONTROL
CULPA Y VERGÜENZA
Aly Davis Pérez
15 de noviembre, 2016
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