Para cruzar fronteras
hay que tener el coraje de derribar murallas,
de descarnarse y expandirse,
porque las travesías requieren aflojar las raíces
de los apegos,
elevar las ramas a lo alto,
e incluso así, sentir que adentro
se conserva la esperanza
del regreso y los reencuentros.
Aly Davis Pérez
10 de marzo, 2017
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