jueves, 13 de febrero de 2020

Leerme a mí mismo: Una extraña gratificación

Un hecho que me resulta por demás gratificante es encontrarme con algo que olvidé que había escrito y leerlo se me hace agradable, independientemente de si se trata de algo triste o alegre. En esa lectura de aquello que olvidé suelo recordar el o los motivos que me llevaron a escribir, se asemeja a verme al espejo y sonreírme a mí mismo, cosa que rara vez hago. Pero no es cuestión de egocentrismo, esa extraña gratificación que obtengo al leerme a mí mismo llega a sorprenderme, porque la mayoría de las veces, renegando de mí mismo, borro las cosas que he escrito en el pasado, es algo que evito al igual que ver mi reflejo en los espejos.

Aly Davis Pérez
13 de febrero, 2020

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